Este artículo «Ejemplos de computación emocional» pertenece a la serie «Ordenadores emocionales», desarrollada por nuestro contribuidor Gracián Triviño Barros, doctor Ingeniero Industrial especializado en Inteligencia Artificial con un gran número de publicaciones científicas internacionales.
La serie de artículos «Ordenadores emocionales» describirán las razones por las que una computación más centrada en lo humano debería manejar contenido emocional [1]. Plantean que los ordenadores destinados a asistir a las personas, y en especial a predecir y atender las necesidades de las personas mayores, deben ser capaces de manejar contenido emocional.
En concreto, este cuarto y último artículo cierra la serie con una serie de ejemplos de computación emocional. La Sociedad Cinco Uno (Sociedad 5.1), trabaja de forma cercana con tecnologías innovadoras al servicio de personas mayores o en situación de dependencia, por tanto, la investigación sobre este tipo de cuestiones resulta de gran interés teórico y práctico.
En total, la serie «Ordenadores emocionales» de la Sociedad Cinco Uno (Sociedad 5.1) cuenta con cuatro artículos, si no has leído los anteriores, te recomendamos que los revises y vuelvas luego a este:
- ¿Por qué los humanos tenemos emociones?
- Teoría de la Mente
- Ordenador emocional
- Ejemplos de computación emocional
Ejemplos de computación emocional
Hace más de 20 años que los investigadores trabajan en llevar a la práctica las ideas esbozadas en los apartados anteriores (¿Por qué los humanos tenemos emociones?; Teoría de la mente; Ordenador emocional) y durante este tiempo se han ido obteniendo resultados interesantes. Para tener una idea sobre cuál es la situación actual de los trabajos en este área vamos a revisar a continuación algunos ejemplos de productos y proyectos ya realizados:
El robot Liku [1]
Este robot tiene el aspecto de un muñeco con una estatura de medio metro y un peso de dos kilos y medio. Tiene los ojos grandes y redondos típicos de la estética Manga japonesa. Puede mover brazos y piernas con cierta agilidad.
Tiene programada una Inteligencia Artificial que le permite interpretar emociones y reaccionar ante ciertos estímulos. Es capaz de mostrar emociones a través del tono de su voz, realizando gestos con la cara y movimientos con el cuerpo.
El robot perro Aibo [2]
El perro Aibo es uno de los robots más populares en Japón como mascota de compañía. Un objetivo de los diseñadores del robot es hacer que su comportamiento sea complejo e inesperado de tal manera que provoque el interés de las personas e incluso la idea de tener que cuidar de él. Por ejemplo, la última versión es capaz de acudir a la puerta de la casa para saludarnos al volver a casa como lo haría un perro real.
El robot que pide que no le desconecten [3]
El artículo «Do a robot’s social skills and its objection discourage interactants from switching the robot off?» muestra un experimento en el que los investigadores han creado un robot capaz de rogar y convencer a las personas de que tenían instrucciones de desenchufarlo de que sientan compasión de él no le desconecten.
Robot asistente emocional para los astronautas [4]
La empresa australiana Akin está desarrollando un robot capaz de hacer compañía a los astronautas de la estación espacial durante sus largos periodos de encierro y aislamiento. Este robot utiliza Inteligencia Artificial para reconocer patrones en las expresiones lingüísticas y faciales de los astronautas para tratar de reconocer su estado emocional. Luego trata de responder a sus preguntas de forma empática.
Referencias
[1] Link: http://www.likuwith.me/
[2] Link: https://www.sony-aibo.co.uk/
[3] Aike C. Horstmann et al. , Do a robot’s social skills and its objection discourage interactants from switching the robot off?, July 31, 2018, Plos one
[4] Link: https://www.akin.com/